Empresas de logística inversa
La logística inversa forma parte del comercio minorista desde hace más de 100 años, cuando minoristas como Sears Roebuck y Montgomery Ward empezaron a entregar mercancías por ferrocarril. En los últimos años, el comercio electrónico ha provocado una explosión de la logística inversa, es decir, el envío de productos desde el consumidor hasta el minorista.
Los consumidores esperan que las políticas de devolución sean sencillas; por eso las devoluciones de los pedidos de comercio electrónico son de tres a cuatro veces mayores que las de las compras en tiendas físicas, según la Asociación de Logística Inversa. Esto significa que la logística inversa es un hecho para la mayoría de las empresas.
La logística inversa es lo contrario de la cadena de suministro estándar. Los productos se mueven desde el usuario final hasta el vendedor o el fabricante. Puede incluir las devoluciones del comercio electrónico y la venta al por menor, así como los componentes para la renovación y la refabricación. Los productos pueden revenderse o eliminarse definitivamente.
La gestión de las devoluciones es el proceso de gestión de la cadena de suministro que las empresas utilizan para todas las actividades relacionadas con las devoluciones, la logística inversa, el control y la prevención dentro de la empresa y en todos los elementos de la cadena de suministro. Es el equivalente a la gestión de los envíos de salida.
¿Qué es la logística inversa en palabras sencillas?
La logística inversa es el conjunto de actividades que se llevan a cabo después de la venta de un producto para recuperar el valor y terminar el ciclo de vida del producto. Suele consistir en devolver un producto al fabricante o al distribuidor, o en reenviarlo para su mantenimiento, renovación o reciclaje.
¿Utiliza Apple la logística inversa?
Las empresas que han aplicado la estrategia de logística inversa pueden disfrutar de menores costes, un mejor servicio al cliente, limitar su impacto medioambiental y convertirse en ciudadanos corporativos conscientes. Un excelente ejemplo de un sistema de logística inversa con éxito es Apple.
¿Cuál de los siguientes es un tipo de logística inversa?
El proceso de logística inversa más común, la gestión de las devoluciones, se ocupa de las devoluciones periódicas de los clientes y debe representar una experiencia fluida y sin complicaciones para impulsar la fidelidad de los clientes y la imagen de marca.
Proyecto de logística inversa
A medida que nos adentramos en la era de la preocupación por la sostenibilidad, la logística inversa es cada vez más esencial para las empresas, y si no está en su radar, debería estarlo. A continuación vamos a explicar exactamente por qué se está convirtiendo en algo esencial, qué es, y también vamos a poner algunos ejemplos prácticos. *se cepilla los hombros*
Reducir todo lo que se utiliza para crear y fabricar un producto se ha convertido en una de las mayores obsesiones de esta generación, ya sea a nivel empresarial, ecológico o social. Debido a la gran preocupación que rodea a la sostenibilidad, se ha prestado mucha atención a la logística de toda la vida, pero en su variante inversa.
Estamos hablando de todo un conjunto de procedimientos y acciones que se llevan a cabo a la hora de transportar los materiales y/o productos desde el cliente hasta el fabricante. ¿Suena raro? Pues bien, la logística inversa incluye todos los procesos dentro de la cadena de suministro que se dedican a recoger determinados materiales del consumidor y trasladarlos al fabricante.
Significado de la logística inversa con ejemplo
En este post, veremos algunos ejemplos de logística inversa en empresas que han conseguido convertir la gestión de las devoluciones en una forma de diferenciarse de la competencia e incluso en un modelo de negocio propio.
Cuando un producto rechazado por un cliente llega al almacén, saber cómo repararlo o reacondicionarlo puede evitar grandes pérdidas, además de reducir la huella medioambiental de la empresa. En cualquier caso, el verdadero éxito de la gestión radica en minimizar las devoluciones, y aquí los almacenes juegan un papel clave a la hora de adoptar las medidas adecuadas.
La logística inversa es el proceso que consiste en devolver un producto al vendedor o al fabricante para recuperar su valor o deshacerse de él adecuadamente. La logística inversa es la antítesis de la cadena de suministro estándar; es decir, los procesos se llevan a cabo en un orden opuesto al de la comercialización del producto.
Actualmente, las empresas reciben cada vez más devoluciones. Según un estudio de la consultora Deloitte, para 2022 se espera que los minoristas reciban 13.000 millones de devoluciones por valor de 573.000 millones de dólares cada año. Eso supone cuatro veces el total de las ventas de ecommerce en 2018). Por ello, los negocios con un alto volumen de devoluciones suelen adoptar diferentes estrategias para minimizar las pérdidas. Por ejemplo, reacondicionan los productos para revenderlos, reciclan ciertos materiales y reutilizan componentes, (canibalización). Y, cuando no hay alternativa, destruyen o desechan el producto minimizando el impacto medioambiental.
Aplicación de logística inversa
Formalmente, la logística inversa es el proceso de planificación, implementación y control del flujo eficiente y rentable de materias primas, inventario en proceso, productos terminados e información relacionada desde el punto de consumo hasta el punto de origen con el fin de recapturar el valor o la eliminación adecuada. Las actividades de refabricación y reacondicionamiento también forman parte de la logística inversa.
Un ejemplo de logística inversa es el tratamiento de productos defectuosos. El cliente devuelve el producto defectuoso al vendedor. La empresa tendría entonces que organizar el envío del producto defectuoso, probar el producto, desmontarlo y repararlo, o bien reciclar o eliminar el producto. Así, el producto viaja en sentido inverso a través de la cadena de suministro hasta llegar al fabricante. El diagrama anterior ilustra el flujo general y las actividades de la logística inversa dentro de una cadena de suministro, donde las flechas en negrita indican los flujos de retorno y el proceso inverso.
Aunque la logística inversa puede aumentar los costes de una empresa, también puede suponer un ahorro. Por ejemplo, la legislación medioambiental sobre la eliminación y recuperación de productos puede repercutir en los ingresos económicos de una empresa. Un ejemplo famoso es el de las directivas europeas ELV (vehículos al final de su vida útil) y WEEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos).